José María Zufiaur Narvaiza
La mitad de los trabajadores españoles tiene una situación laboral precaria donde se conjugan discontinuidad en el empleo, peor acceso a la protección social y menor nivel de renta. La baja calidad del empleo en España tiene repercusiones negativas en la productividad, actuando como un lastre para el futuro y situando a nuestro país a la cabeza del empleo precario en Europa. La precariedad se ha convertido en un componente estructural de nuestro sistema productivo que exige una gran voluntad política para cambiar la situación.