Este texto constituye una evocación de la figura de Manuel Giménez Fernández, catedrático de derecho y ministro durante la Segunda República Española a partir de la intervención del autor en un acto de homenaje celebrado en el Ateneo de Sevilla. Se enumeran algunas ideas fundamentales del pensamiento de aquel ilustre profesor y Político y se ponen de relieve las lecciones que se desprenden de su acción política durante el convulso periodo que le tocó vivir. A pesar de las limitaciones derivadas de su contexto, y de los ataques a que se ha visto sometido desde diversos frentes, el autor define a Giménez Fernández como un precursor de la democracia en España, poniendo de relieve la influencia de su inspiración cristiana en su quehacer académico y político y la ejemplaridad de su personalidad