La tradición almeriense en la comercialización de los productos hortícolas, que son la base de la economía agraria de la provincia, se apoyó fundamentalmente en el Sistema Alhóndiga, con sus particularidades locales y su estrecha relación con el agricultor. Durante los 40 últimos años, la alhóndiga, ha ido adaptándose a las circunstancias cambiantes de la economía agraria provincial y a la evolución producida en los gustos del consumidor, con lo que ha demostrado un dinamismo que entendemos es muy positivo para hacer frente a las demandas actuales de un sector productivo que puede padecer, en el futuro inmediato, las consecuencias de la aplicación de las nuevas políticas comerciales derivadas de la reforma de la PAC (Política Agraria Común) de la Unión Europea