Los partidos políticos deben trabajar para favorecer la participación política de los jóvenes y evitar su alejamiento paulatino del compromiso político. Las Administraciones Públicas deben acercarse a sus problemas y abrir nuevos cauces que propicien el asociacionismo. Porque, lejos de "pasar de todo", la mayoría de los jóvenes creen en la ciudadanía y son decididamente demócratas.