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Nuria Domeque Claver, Melania Mur Sangrá
Con la idea de mejorar el empleo de los recursos estructurales en la Unión Europea, el documento elaborado por la Comisión en 1997, La Agenda 2000, y los acuerdos tomados en marzo de 1999 por el Consejo Europeo en la Cumbre de Berlín, han propuesto una reducción de los Objetivos comunitarios de siete a tres así como una concentración geográfica de las ayudas. Con ello, el montante total establecido para financiar políticas estructurales supone incrementar los recursos aplicados en la UE en el período de programación anterior en un 11% en términos reales y media anual. La distribución entre Estados miembros ha sido extraordinariamente beneficiosa para España al permitir incrementar el acceso a dichos recursos, fundamentalmente vía Objetivo n° 1 (el desarrollo de las regiones más pobres de la Unión) del que, una vez más, Aragón ha sido excluida. En este sentido, el propósito de este artículo se centra en intentar cuantificar el conjunto de ayudas que con finalidad regional han llegado a Aragón procedentes de la Unión Europea en el período de programación 1994-1999, para poder comparar con el nuevo marco presupuestario que se abre a partir del año 2000 (período 2000-2006), para, a partir de allí, extraer conclusiones sobre si las modificaciones introducidas han beneficiado o no a Aragón
