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Las inversiones extranjeras en España y españolas en el exterior tuvieron un comportamiento desigual durante el año 2004. Mientras que las inversiones extranjeras en España se situaron, prácticamente, al mismo nivel que 2003 en términos brutos y sufrieron un apreciable descenso en términos netos, las inversiones españolas en el exterior registraron un incremento significativo, tanto en términos brutos como netos, como consecuencia de la realización de algunas operaciones de adquisición de empresas extranjeras por importes muy elevados.
La evolución de las inversiones extranjeras en España se mantuvo en línea con el comportamiento de las inversiones exteriores en la zona de los países del euro, que registraron un descenso global. La última previsión realizada por la UNCTAD apunta a una suave recuperación de las inversiones internacionales durante 2005, siempre que los riesgos existentes en la economía internacional no resulten en un sensible empeoramiento de las perspectivas de crecimiento económico en el área de los países desarrollados.
