La introducción de las Normas Internacionales de Información Financiera aporta cambios importantes tanto en la elaboración de los estados financieros como en la valoración de las partidas que los componen. En la normativa española no existe la obligación de revelar información por segmentos de actividad, exceptuando algunas normativas sectoriales, por lo que se presenta como un aspecto novedoso para las empresas españolas