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Thomas W. Malone
Durante el boom de las puntocom, mucha gente vio el potencial de las nuevas tecnologías de comunicación para cambiar la manera de hacer negocios, pero fue demasiado optimista sobre la velocidad a la que ocurriría esa revolución. Ahora que la amarga desilusión por el descalabro de las puntocom comienza a quedar atrás, tenemos la oportunidad de pensar nuevamente ¿y esta vez de manera más realista¿ en cómo aprovechar mejor los extraordinarios cambios que estas nuevas tecnologías paulatinamente están haciendo realidad.
Uno de tales cambios es la posibilidad de crear mercados al interior de las empresas, permitiendo descentralizar la toma de decisiones e introducir en la empresa parte de la efi ciencia, fl exibilidad y motivación del libre mercado. En este artículo, el autor examina esta naciente forma de organización empresarial, explorando sus benefi cios así como sus riesgos potenciales. BP, por ejemplo, alcanzó su objetivo de reducción de emisiones de gases invernadero nueve años antes de lo previsto, pero no por la vía de fi jar e imponer metas individuales a cada división, sino de permitir a las unidades de negocios comprar y vender permisos de emisión entre sí, usando un sistema electrónico de transacciones. Y Hewlett-Packard recientemente experimentó con un sistema que permitía a sus empleados comprar y vender proyecciones de ventas futuras de impresoras, empleando una especie de contratos de futuros. Este mercado interno logró predecir las ventas reales de impresoras con mucho mayor exactitud que las proyecciones ofi ciales de HP.
A un nivel elemental, estos cambios son posibles porque las tecnologías electrónicas permiten compartir ampliamente la información a un bajo costo. Este simple hecho tiene profundas implicaciones para la organización de los negocios. Cuando más personas poseen más información, pueden usarla para tomar decisiones bien informadas y adecuadas a las circunstancias locales, en lugar de obedecer órdenes de arriba. Como resultado, incluso empresas muy grandes pueden benefi ciarse de la sabiduría colectiva de sus empleados.
