Jesús Espelosín Atienza
El agua es fundamental para la vida humana. Constituye un vehículo de desarrollo y prosperidad. Dada su importancia, los hombres se pelean por el agua desde hace miles de años. Una de las primeras guerras de la que se tiene constancia se produjo dos mil quinientos años antes de nuestra era. Los contendientes querían controlar una franja de terreno por donde discurría el río Tigris. El agua puede convertirse en la causa de nuevas guerras en el siglo XXI. Sin embargo, estratégicamente hablando una guerra por el agua es absurda, ya que luchando con el vecino no se incrementan las reservas de agua.