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Los líderes de una industria a menudo se preocupan de que sus empresas vayan a ser víctimas de algún revolucionario modelo de negocios o una tecnología disruptiva. Pero nuevas investigaciones muestran que es estratégicamente mejor para las empresas establecidas contrarrestar una revolución que ignorarla o abrazarla plenamente.
Los líderes de mercado exitosos dependen de una o más de cinco tácticas para contener,modelar,o si fuera necesario, neutralizar una amenaza revolucionaria. Una compañía que percibe una revolución en su primera etapa puede usar estrategias de contención.Poniendo obstáculos en el camino --elevando el costo del cambio, tal vez,o lanzando una campaña de relaciones públicas para desacreditarla ¿ un líder puede a menudo limitar el grado en el cual consumidores y la competencia aceptan una insurgencia naciente.Y,a veces,las revoluciones mueren allí.
Si no,la contención temprana le da tiempo a una empresa para modelar la revolución de modo que ella complemente, en vez de reemplazar,las fortalezas del líder. Y aun si los esfuerzos para modelarla fallan,pueden darle al líder más tiempo para trabajar en cómo absorber la amenaza incorporando las nuevas capacidades o tecnologías a la firma de tal modo que no destruyan sus actuales fortalezas y capacidades.
Cuando las revoluciones han avanzado demasiado,los líderes deben tomar un rumbo más agresivo.La neutralización es la estrategia de atacar la revolución de frente, y aniquilarla,por ejemplo,regalando temporalmente los beneficios que el desafiante ofrece.Por último,las estrategias de anulación le permiten al líder del sector saltar por encima de la revolución o esquivarla.
Estos cinco enfoques estratégicos no necesariamente deben usarse aisladamente, como muestra un detallado estudio de caso de la manera como Anheuser-Busch contraatacó la revolución de las cervezas artesanales.Los líderes de mercado sensatos no inician una revolución; saben que podrían morir en el intento. Al contrario, prefieren liderar contrarrevoluciones.
