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El estudio de la documentación medieval conservada en la ciudad de Toledo sobre el monasterio de Santa María de las Dueñas de Sevilla, nos ha permitido ampliar los conocimientos que teníamos sobre el monacato femenino bajomedieval. Al tratarse de una fundación privada, el desarrollo inicial de la vida comunitaria estuvo marcado por ritmos diferentes a los que se observan en las fundaciones regias del monacato sevillano. Asimismo, su formación patrimonial, muy tardía, presenta singularidades muy específicas, como pueden ser la política de concentración de donadíos y cortijos -tierras de cereal- y la acumulación preferente de propiedades urbanas. Quizás por ello, es un ejemplo importante a tener en cuenta en la caracterización general de la gran propiedad eclesiástica de la Sevilla bajomedieval.
