La reforma de Naciones Unidas en el ámbito de la distribución de la Ayuda Humanitaria a las zonas del mundo afectadas por desastres naturales o guerras requiere un impulso decidido. Es necesario que los países que componen Naciones Unidas contemplen la prevención como un elemento prioritario, estableciendo un sistema de alerta internacional para los desastres naturales y las situaciones de conflicto que vaya acompañado de una respuesta temprana.