Los Gobiernos firmantes de la Declaración del Milenio en el año 2000, entre los que estaba España, se comprometieron a adoptar Objetivos de Desarrollo tan ambiciosos como reducir la pobreza a la mitad, detener la propagación del SIDA y lograr una educación primaria universal e igualitaria entre niños y niñas. El calendario fijaba la fecha de 2015 como el horizonte en el que se deberían haber cumplido los objetivos acordados. En la cumbre de septiembre de 2005, celebrada en Naciones Unidas, se ha revisado el grado de cumplimiento logrado hasta la fecha, constatando que muchos de los países más pobres se encuentran lejos de poder alcanzar dichos objetivos.