El riesgo de desempleo en América latina es elevado. Los seguros de desempleo solo existen en algunos países; su cobertura es reducida y casi nula en la economía informal. Por ello, las políticas de protección social para los trabajadores desempleados, definidas en un sentido amplio, han contemplado y reforzado el papel de los programas de empleo directo y asistencia a través de subsidios monetarios. Este artículo describe las principales características de los programas de empleo directo en la región (financiamiento, administración) y sus objetivos, y evalúa su funcionamiento respecto de la focalización y cobertura, los costos y el impacto. Según los estudios disponibles, el impacto neto directo de los programas en la tasa de desempleo y en los ingresos de los beneficiarios suele ser relativamente modesto. Sin embargo, en varios casos han contribuido a bajar la incidencia del desempleo y de la pobreza. Además, hay efectos positivos indirectos que son más difíciles de medir, tales como los impulsos a la reactivación económica a través de efectos de encadenamiento por el consumo de los beneficiarios y la compra de insumos. Por lo tanto, los programas de empleo directo siguen siendo una herramienta plenamente vigente especialmente en situaciones de emergencia social.