Con la incorporación de las Normas Internacionales de Contabilidad (en adelante NIC) a la regulación contable europea, nos encontramos con un nuevo estado financiero en el conjunto de información que las empresas deben presentar de manera obligatoria anualmente o, en su caso, trimestral o semestralmente. Este nuevo documento es el estado de flujos de tesorería, que consiste en informar de la capacidad que tiene la empresa de poder generar liquidez a partir de su actividad.