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Susan N. Houseman
El artículo quiere evaluar el convencimiento que en muchos medios existe según el cual la economía de EEUU ha generado en los últimos años muchos puestos de trabajo, pero de mala calidad, lo cual ha contribuido a incrementar las desigualdades y la pobreza en el país. La autora asume esa opinión, basándose en diversas investigaciones, aunque sólo relativamente. En efecto, hay fuerte creación de empleo en los años 80, aunque mucho menor en los años 90.
Ese empleo creado suele ser de bajos salarios y prestaciones, con frecuencia temporal, lo que lleva a fuertes desigualdades en la estructura salarial. Probablemente solo Gran Bretaña está en la misma tónica que EEUU. Con todo dicha tendencia tiene que ser relativizada. En primer lugar porque una parte importante del crecimiento del empleo favorece a las mujeres, las cuales, si bien es verdad que se integran con salarios inferiores a los hombres, también lo es que en términos de tasas de actividad y ocupación mejoran sustancialmente respecto a su anterior posición. Por otro lado, si bien es cierto que una proporción importante de puestos de trabajo son de las características señaladas, otros son puestos de trabajo de media y alta calidad. Con otras palabras, ha tenido lugar un proceso bimodal que ciertamente lleva a la dualización, pero que es más complejo de lo que suele asegurar el convencimiento dominante.
