En este trabajo se examina cómo responden a las perturbaciones asimétricas los países miembros de una unión monetaria cuando aplican políticas de oferta. A partir de un modelo sencillo de tres países, donde dos de ellos forman una unión monetaria, se analiza hasta qué punto una política de oferta coordinada puede resultar beneficiosa. Finalmente, se extraen las implicaciones que puedan derivarse para la Unión Monetaria Europea.