La denominada "Primavera Árabe" hace alusión a los intentos democratizadores iniciados en algunos países de Oriente Medio. Sin embargo, el término parece un poco prematuro, si tenemos en cuenta que en dos de los países en los que se han celebrado elecciones -Afganistán e Iraq- la democracia recién iniciada se ve ensombrecida por la ocupación militar y las continuas acciones de violencia terrorista. Por ello, se corre el riesgo de que se contemple la democracia como sinónimo de nuevos impulsos coloniales.