Juan G. Valenzuela Vargas
El matrimonio es, por una parte, un acto jurídico; pero también es un estado de vida que genera entre los esposos derechos y deberes personales y patrimoniales. En este sentido puede, desde luego, ser la ocasión de acuerdos patrimoniales, pero éstos son accesorios y no influyen de manera alguna en la validez del matrimonio. Ciertamente, el derecho es el llamado a definir lo que debe entenderse por matrimonio prescribiendo en qué condiciones de fondo y de forma es considerado válido el compromiso matrimonial. Así, prácticamente todas las legislaciones modernas consagran positivamente la libertad matrimonial. Por otra parte, si bien la libertad no puede ser absoluta, la ley reduce al mínimo las prohibiciones o impedimentos a la celebración del matrimonio extraídos de consideraciones fisiológicas o sociológicas. Por ello, el matrimonio canónico como acto jurídico que es, puede estar afectado por cualquiera de los vicios que impiden el surgimiento válido del mismo, pero además, y por su particular naturaleza de ser contrato sacramento, su formación puede ser viciada no sólo por la ausencia de los elementos necesarios para que el acto sea válido, sino, también, por todo lo que atente contra los elementos esenciales que la Iglesia Católica ha establecido para este sacramento.
Marriage is, on one hand a legal act and on the other hand, a state or life that generates personal rights and responsabilities and also inheritant ones, but these are accesory and do not influence in anyway the validity of marriage. Certainly, law is in charge of defining what must de understood by marriage, prescribing under what background and means conditions marriage is considered valid. Therefore, practically all modern legislations devote positively marriage freedom. On the other hand, althorugh freedom can not be absolute, the law reduces to the minimun, prohibition or obstacles to the celebration of marriage extracted from sociological or physiological considerations. That is why, canonical marriage as a legal act, can be affected by any of the bad habits that obstruct its validity but, besides, and for its special nature, of being a sacramental contract, its formation can be corrupted not only for the lack or the necessary elements for its validity, but also for all that is against the essential elements that the Catholic Church has established fro this sacrament