Sería imposible prever los problemas éticos que inevitablemente surgirían en una sociedad en la que las personas no envejeciesen y pudieran seguir viviendo de manera indefinida. Aunque los límites de la vida media humana son difíciles de anticipar , dado que es imposible prever la muerte como suceso individual, sí se puede afirmar que como acontecimiento masivo es prácticamente imposible que, a nivel mundial, los límites de la vida, medidos en términos de esperanza de vida media, alcancen los 100 años. Ni siquiera será posible en los países más ricos. A lo máximo que pueden aspirar países muy desarrollados es lograr algo más de 90 años como esperanza de vida media. Todo esto lleva a la conclusión de que el objetivo de la ciencia no es prolongar la vida humana indefinidamente, sino conseguir que esta sea de mayor calidad para el mayor número de personas.