Para mantener la viabilidad financiera, las empresas deben salvar la distancia que separa el acelerado ritmo de las actividades de explotación y el pausado ritmo de los procesos financieros tradicionales de planificación y elaboración de presupuestos. Si quieren lograrlo, deben integrar estrechamente sus aplicaciones empresariales de planificación y elaboración de presupuestos en una única solución, y al mismo tiempo ampliar las capacidades de colaboración más allá de los muros del departamento de finanzas.