La educación es el medio más adecuado para hacer progresar la sociedad hacia una verdadera igualdad democrática entre hombres y mujeres. Para ello es necesario que de forma sistemática se eduque en valores de igualdad y se destierren del sistema educativo las actitudes y las enseñanzas que favorecen conductas sexistas. Los docentes tienen la responsabilidad de promover valores de equidad y tolerancia, que permitan desarrollarse a los niños y las niñas con garantías igualitarias.