Cecilia Cuesta-Vélez
En el proceso de la expansión colonial europea durante el siglo XVI la práctica de la cartografía y el mapa mismo, originalmente formas de conocimiento técnico, ven alterado su carácter para convertirse en una forma de discurso codificado al servicio del poder político y religioso, susceptible de manipulación y objeto de control, censura y secreto. Harley considera el discurso geográfico y los mapas como un sistema complejo de signos al mismo tiempo icónicos, lingüísticos, numéricos y espaciales, evaluados en forma persuasiva o retórica: esto es de ser manipulados con fines políticos por los grupos de poder. En este trabajo se presentan algunos ejemplos de mapas donde aparecen, además, la presencia de elementos culturales híbridos que caracterizan el período colonial, como son el mapa de Tenochtitlán, el de Chimalhuacán, el Códice Mendoza y el Mapamundi de Guamán Poma de Ayala, documentos que representan dominios geográficos, políticos y humanos.