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Este artículo examina las repercusiones de la investigación social sobre la formulación y la reforma de la política educativa en Filipinas. Comienza con una descripción sucinta de los temas principales de la educación en Filipinas, seguida del análisis de tres estudios importantes realizados a finales del decenio de 1990-2000, que formularon recomendaciones políticas específicas sobre cómo responder al déficit de calidad del sistema educativo filipino y a las insuficiencias estructurales de la burocracia que lo dirige. A continuación, el artículo evalúa de qué forma estos estudios se utilizaron en el proceso de formulación de políticas y sus repercusiones en la reforma de la política educativa, con especial atención al periodo crucial de 1998-2001. Asimismo se examina el contexto socio-político de la toma de decisiones en materia educativa en Filipinas y los dispositivos que se usaron para difundir los resultados de las investigaciones y atraer sobre ellos la atención de los principales decisores. La evaluación demuestra que ni siquiera la superación de la renuencia habitual de los políticos a tomar en cuenta los resultados de las investigaciones garantiza una ejecución eficaz. Si bien los estudios considerados en el artículo estaban orientados a la formulación de políticas y contaban con un alto grado de fiabilidad en cuanto a métodos, definición de problemas y reformas propuestas vinculadas a los programas políticos existentes, su aplicación tropezó con numerosas dificultades. Los burócratas a cargo de la educación tienen sus propios intereses y, además, el proceso de reformas entraña una amplia gama de protagonistas sociales y algunos de ellos representan a grupos políticos poderosos.
