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Fernando Reyero Suárez
Andalucía es una región con 192 Espacios Naturales Protegidos (lo cual suponen 2.579.698 hectáreas protegidas), 1.101 Km. lineales de costa, de los cuales el 66,6 por 100 son playas una media de 3.000 horas de sol al año, con una gran variabilidad pluviométrica y zonas con alta velocidad del viento y una especial orografía. Este contexto natural y el convencimiento actual de que no existe desarrollo económico sin protección medioambiental y bienestar social ha sido el caldo de cultivo para que se forjara el sector de bienes y servicios medioambientales, compuesto por 790 empresas que mueven un volumen de negocio superior a los 1.800 millones de euros anuales. Sin embargo, ese tejido productivo adolece de una serie de debilidades que ponen en peligro su futuro. Entre otras, la escasa dimensión, la falta de especialización y la asignatura aún pendiente de la internacionalización. El autor de este artículo, presidente de la Asociación de Empresas del Sector Medioambiental de Andalucía, propone superar estos retos desde la apuesta tecnológica y la colaboración empresarial.
