La Directiva (UE) 2024/1712 refuerza el marco jurídico europeo contra la trata de seres humanos, adaptándolo a las nuevas formas de explotación y a los desafíos tecnológicos. Amplía los fines del delito —incluyendo la maternidad subrogada, la adopción ilegal y el matrimonio forzado—, fortalece la protección de las víctimas y responsabiliza a las personas jurídicas y a quienes utilicen sus servicios. Asimismo, introduce medidas para abordar la criminalidad digital y mejorar la coordinación institucional.