Javier Andrade Cabello
Los autónomos y pymes españoles están inmersos en una enorme confusión sobre la supuesta entrada en vigor inminente de la obligación de facturación electrónica y sobre el alcance real de las obligaciones derivadas del denominado Reglamento VERIFACTU, generada por la Administración e interesadamente impulsada por las empresas de software para ganar negocio. Se hace necesario un ejercicio de claridad y un mensaje de tranquilidad a los autónomos y pymes.