La salud mental es el mantra de nuestro tiempo. Sin embargo, corre el riesgo de convertirse en un concepto vacío. Hablamos de su relevancia, pero poco pensamos en su otra cara, la de la enfermedad mental y los factores que nos llevan a ella. Lo anterior, por no hablar de la poca empatía que sentimos por quien efectivamente muestra signos de trastorno mental. «Estar» mal de la cabeza no es lo mismo que «tener» mal la espalda. Hasta la forma de expresarlo nos delata: mientras que el verbo estar es definitorio, el verbo tener expresa una circunstancia(*). Si esto es así en general, unid enfermedad mental y derecho penal; enfermedad mental y prisión. Eso es lo que hacemos en este trabajo, centrándonos en un aspecto concreto del asunto: la relación entre la enfermedad mental y la presunción de inocencia.