En este texto se presentan algunos planteamientos que se han utilizado históricamente para denostar la labor disciplinar del Trabajo Social, a saber, la descalificación y la prescripción heteronormada, que nos interpelan directamente. En ambos planteamientos buscamos esclarecer algunos de los posicionamientos que otras disciplinas han erigido en torno a nuestra capacidad de ser una disciplina autónoma. Abordaremos tres dimensiones: la epistemológica, la teórica y la metodológica y develaremos las fallas que encontramos en dichos argumentos para plantear lo que, a nuestro juicio, debemos responder como gremio para refrendar nuestra autonomía disciplinar. Del mismo modo presentaremos algunos supuestos y sesgos que hemos identificado en las posturas de las que buscamos distanciarnos. Cerraremos estas reflexiones con propuestas para evitar la reproducción de dichos discursos y así continuar construyendo nuestra autonomía como disciplina.
In this text we present some approaches that have historically been used to denigrate the disciplinary work of Social Work, namely, disqualification and heteronormative prescrip-tion, which directly challenge us. In both approaches we seek to clarify some of the po-sitions that other disciplines have erected around our ability to be an autonomous disci-pline. We will address three dimensions: epistemological, theoretical and methodological, and we will unveil the flaws we find in these arguments in order to propose what, in our opinion, we must respond as a guild to endorse our disciplinary autonomy. We will also present some assumptions and biases that we have identified in the positions from which we seek to distance ourselves. We will close these reflections with proposals to avoid the reproduction of such discourses and thus continue building our autonomy as a discipline.