Marien Aguilera Morales
La voluntad de poner la tecnología en el centro de la Administración de Justicia dista, lamentablemente, de ser hoy una realidad. Prueba de ello es lo que sucede con las comparecencias periódicas del artículo 530 LECrim, en las que el papel y el correo postal siguen estando a la orden del día. En este contexto, se enmarca un proyecto-piloto puesto en marcha recientemente en algunos Juzgados de Cataluña. A la sazón, la finalidad de este proyecto es orillar la ingente burocracia ligada a las también llamadas comparecencias apud acta mediante el empleo soluciones biométricas basadas en la huella digital. Este trabajo da cuenta de este proyecto y sus vicisitudes, e incide en la apremiante necesidad de implantar aquellas u otras soluciones técnicas en el control de estas medidas cautelares.