La historia es la memoria social de los pueblos. Ella conserva y transmite vivencias de los grupos humanos; las más significativas, las trascendentes. La historia nos permite valorar y enjuiciar situaciones pasadas y prever para el futuro. En este texto trato sobre las vicisitudes que me han tocado vivir, es decir, seleccionando todo aquello relevante que considero vital en el recuento de estos años. La historia de vida es el eco del pasado y la ventana del futuro, por ello he seleccionado este método que se usa en diversas disciplinas para recuperar experiencias. En nuestro caso hemos tomado como punto departida desde la elección de la carrera, hasta mis vivencias como profesora en dos importantes instituciones en la SEP y en la UNAM, lo que me ha permitido armar un intrincado rompecabezas: de construir y construir conocimiento derivado de 50 años en que he vivido íntimamente vinculada con el propio desarrollo del trabajo social, con la finalidad de contribuir a la historia del trabajo social mexicano.