Este artículo explora la relación entre inteligencia artificial (IA) y conciencia humana desde una mirada crítica, simbólica y transpersonal, con énfasis en su uso dentro del campo de la salud mental. A partir del análisis de distintas tecnologías —como chatbots conversacionales, aplicaciones de escritura introspectiva y herramientas de regulación emocional— se reflexiona sobre cómo estas interfaces, aunque carentes de conciencia, pueden facilitar procesos de autoobservación, organización emocional y conexión con el mundo interno, siempre que sean utilizadas con sensibilidad psicológica, intención ética y claridad simbólica. También se examinan sus límites: la simulación de empatía, la automatización de lo introspectivo y el riesgo de dependencia simbólica. Lejos de idealizar o rechazar estas herramientas, el artículo propone comprenderlas como posibles acompañantes simbólicos en procesos de transformación, invitando a un uso más consciente y humano de la tecnología.