De un mundo bipolar a la fragmentación actual, con tensiones entre potencias y aspirantes. Las guerras han evolucionado hacia conflictos internos e híbridos, con un impacto devastador en la población civil. El activismo por la paz ha incidido y transformado la realidad, pero la militarización persiste y crecerá. Pese a la división reinante, afrontar los retos humanitarios, climáticos y sociales actuales precisa de mayor multilateralidad y cooperación internacional.