Carlos Gómez Gil
En la recta final del período establecidos para la implantación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las evidencias sombrías sobre su inviabilidad junto a los problemas metodológicos para su implantación han tomado cuerpo, arrojando un balance pesimista sobre la consecución de objetivos y metas clave, en un escenario mucho más sombrío que la Agenda 2030 no contemplaba en el momento de su aprobación