Los resultado de este año en la riviera francesa reflejan el talento y la creatividad española en el competitivo panorama internacional de la publicidad mundial, a pesar de la caída en premios respecto al brillante y, podríamos decir, casi irrepetible año anterior. Como siempre se suele decir, en Cannes una shortlist ya es un premio, una plata y un bronce es un subidón y tiene un mérito increíble y un oro sabe prácticamente a Grand Prix.