En el contexto de la guerra en Ucrania, ambos contendientes necesitan movilizar los recursos de sus respectivos países para el sostenimiento de un conflicto a gran escala. Hoy en día, tras casi tres años de desgaste, Rusia se está mostrando como una potencia resiliente y decidida frente al desafío militar planteado por Ucrania y el apoyo de Occidente. A nivel operacional y orgánico se activaron una serie de cambios para preparar a las fuerzas terrestres rusas para un conflicto prolongado. Por otro lado, Rusia ha adaptado sus recursos e industria para superar las restricciones provocadas por las sanciones económicas occidentales y avanzar en su esfuerzo de guerra. Existe una clara correlación entre las adaptaciones operacionales, la tecnología y la economía de guerra rusas. En este artículo se analiza el impacto que han tenido los cambios militares y económicos que Rusia está aplicando en el campo de batalla
Within the context of the war in Ukraine, both sides must mobilise their countries’ resources to sustain a full-scale conflict. Today, after almost three years of attrition, Russia is proving to be a resilient and determined power in the face of the military challenge posed by Ukraine and Western support. At the operational and organisational level, a number of changes were activated to prepare Russian ground forces for a protracted conflict. Russia has also adapted its resources and industries to overcome the restrictions caused by Western economic sanctions and to advance its war effort. There is a clear correlation between Russian operational adaptations, technology and war economy. This article analyses the impact of Russia’s military and economic changes on the battlefield.