México
La inteligencia artificial está transformando la enseñanza del Derecho, superando los límites de las metodologías tradicionales. Este artículo explora cómo herramientas como ChatGPT y Sof-IA están revolucionando la educación jurídica, ofreciendo experiencias de aprendizaje personalizadas y dinámicas. A través de estudios de caso en universidades de México y globales, se presenta un enfoque didáctico innovador que integra la IA con métodos constructivistas y socráticos, con el propósito de preparar a los estudiantes para los desafíos del entorno jurídico del siglo XXI. La investigación destaca experiencias en el aula, tales como el análisis de casos asistido por IA, la modelación predictiva de resultados legales y los debates interactivos mediante sistemas de tutoría inteligente. Asimismo, se abordan los retos éticos y prácticos asociados con la integración de la IA, haciendo hincapié en la brecha digital entre estudiantes y docentes, los sesgos algorítmicos y las preocupaciones en torno a la privacidad de los datos. El artículo concluye con la propuesta de un marco reflexivo para la implementación responsable de la IA en la educación jurídica, asegurando que la tecnología actúe como un complemento -y no un sustituto- del razonamiento jurídico crítico y del juicio humano.
Artificial intelligence is reshaping legal education, surpassing the limitations of traditional methodologies. This article explores how tools like ChatGPT and Soft-IA are revolutionizing legal education by offering personalized and dynamic learning experiences. Through case studies in Mexican and global universities, an innovative didactic approach is presented, integrating AI with constructivist and Socratic methods to preapre students for the challenges of the 21st century legal landscape. The research highlights classroom experiences, such as AI-assisted case analysis, predictive modeling of legal outcomes, and interactive debates using intelligent tutoring systems. Additionally, ethical and practival challenges related to AI integration are discussed, emphasizing the digital divide between students and educators, algorithmic bias, and data privacy concerns. The article concludes by proposing a reflective framework for the responsible implementation of AI in legal education, ensuring that technology serves as a complement rather than a replacement for critical legal reasoning and human judgement.