Cádiz, España
El uso de las técnicas de reproducción humana asistida se basa en el consentimiento previo, informado y por escrito de la usuaria receptora. Cuando la práctica tiene lugar en el ámbito de la sanidad privada, este consentimiento se encuentra enmarcado en un contrato en el ámbito médico, concretamente dentro de la llamada medicina satisfactiva, lo que genera dudas en cuanto a la naturaleza de las obligaciones derivadas de este contrato, teniendo en cuenta que la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha oscilado entre su categorización como obligación de medios o de resultado, con las consecuencias que ello conlleva en orden a apreciar un posible incumplimiento. A ello se le ha de sumar que el mantenimiento en la Ley 14/2006 de técnicas de reproducción asistida de la terminología anterior a la reforma de la Ley 8/2021, señalándose entre los requisitos de las usuarias la “plena capacidad de obrar” que puede generar dudas acerca de si se trata de un olvido del legislador o si puede implicar limitaciones para el acceso a estas técnicas por parte de las usuarias con discapacidad, contraviniendo los principios de la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad.
The use of assisted human reproduction techniques is based on the prior, informed and written consent of the recipient. When the practice takes place in the field of private healthcare, this consent is framed in a contract in the medical field, specifically within the so-called ‘medicine of satisfaction’, which generates doubts as to the nature of the obligations derived from this contract, taking into account that the jurisprudence of the Supreme Court has oscillated between its categorization as an obligation of means or of result, with the consequences that this entails in order to assess a possible breach of contract. To this must be added the fact that Law 14/2006 on assisted reproduction techniques maintains the terminology prior to the reform of Law 8/2021, stating among the requirements for users the ‘full capacity to act’, which may raise doubts as to whether this is an oversight by the legislator or whether it may imply limitations for access by users with disabilities, in contravention of the principles of the Convention on the Rights of Persons with Disabilities.