La implantación del nuevo modelo —NUMO— representa un cambio copernicano en la organización de la Administración de Justicia en muchos territorios. Para que el nuevo modelo funcione, el paso del modelo juzgado al modelo de los Tribunales de Instancia y los Servicios Comunes, requiere de un esfuerzo de coordinación entre el Presidente del Tribunal y el Director del Servicio Común de Tramitación. Esa coordinación necesita de instrumentos donde se establezcan canales de comunicación que favorezcan una colaboración efectiva, con la mirada puesto en el servicio público que prestamos a la ciudadanía. La solución no es otra que el trabajo en equipo.