Según el balance de las sociedades no financieras (SNF) en España –de elaboración propia con información de las Cuentas Financieras y la Contabilidad Nacional–, entre 2000 y 2024 el total de activo y de pasivo, a euros constantes, se multiplica por dos. Del total de activo, aproximadamente el 40 % es activo financiero ajeno a la explotación, y el 60 % activo de explotación, dedicado a producir bienes y servicios en España. Este último crece por encima del crecimiento estimado en el empleo de las SNF, de manera que el stock de capital de explotación por trabajador en 2019 excede el del año 2000 en un 40 %. La composición del pasivo cambia notablemente a lo largo del periodo, primero con aumento más que proporcional de la deuda en comparación con los fondos propios y, desde 2009 en adelante, con una reducción gradual de la ratio de deuda sobre el total de activo. El trabajo explica la intensificación de capital por el encarecimiento relativo del trabajo con respecto al coste por uso del capital; y explica la evolución del endeudamiento, especialmente el de origen bancario, con el crecimiento del activo, en positivo, y con los flujos libres de caja, en negativo. Precisamente, el cambio de flujos negativos (necesidad de financiación), antes de la crisis de 2008, a positivos (capacidad de financiación) después, para el agregado de las SNF, explica que desde 2015 en adelante las sociedades en España han financiado el crecimiento nominal del activo sin necesidad de aumentar la deuda en valores absolutos.