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Marcela de Lourdes Orozco Contreras, Juan Manuel Sandoval Palacios 
, William I. Robinson
Desde fines del siglo XX presenciamos un nuevo proceso para la expansión no sólo extensiva sino intensiva del capital transnacional. En este proceso, los sistemas de producción nacional se fragmentan y dispersan integrándose externamente dentro de nuevos circuitos verdaderamente globalizados de producción y acumulación, acompañados por una finaciarización. Al mismo tiempo se realiza un proceso de concentración y centralización de la administración económica, de control y de poder por el capital transnacional y sus agentes. La producción globalizada requiere de Espacios Globales (EG) de acumulación, que están siendo impulsados por la Clase Capitalista Transnacional (CCT) y los aparatos descentralizados de un Estado Transnacional emergente (ET). Los EG rebasan los espacios nacionales, mismos que son suplantados por la acumulación transnacional; y en éstos se realiza un ajuste espacial para el despliegue y realización del proceso de producción industrial y/o de extracción de excedentes. En espacios menores que hemos llamado Zonas Específicas de Intensa Acumulación (ZEIA) se concentran los megaproyectos de infraestructura para la producción industrial de alta tecnología y alto valor agregado, o para procesos extractivos, o para una combinación de ambos mediante el establecimiento de una densa trama de infraestructuras jurídicas, físicas o materiales y de seguridad. La aguda tensión por los conflictos que se crean dentro de las ZEIA por el avance del capital en los territorios mencionados y las luchas y resistencia que enfrenta por parte de las comunidades, convierte también a estas ZEIA en Zonas Específicas de Intensa Conflictividad Social (ZEICS), donde se expresa claramente la lucha de clases de carácter global en los ámbitos local y regional. El objetivo de este trabajo es analizar en la fase actual del capitalismo global cómo se han estado configurando 7 EG y varias ZEIA/ZEICS en el Continente Americano.
A new process of extensive and intensive expansion of transnational capital has been underway since the closing decades of the twentieth century. National production systems have been fragmented and dispersed, integrating externally into new globalized and highly financialized circuits of production and accumulation. There has been an unprecedented concentration and centralization of capital on a world scale in the transnational capitalist class (TCC), along with a concentration of administrative power in the states and political agents that serve the interests of transnational capital. This article introduced new conceptual instruments to make sense of spatial transformations. Globalized production requires what we term Global Spaces of accumulation opened up by the TCC and by the decentralized apparatuses of an emerging Transnational State. Global Spaces must be conceived as going beyond national spaces, in whose territories transnational accumulation has been imposed over local circuits of accumulation. These Global Spaces involve a spatial adjustment that facilitates the development of new transnational industrial production sequences and extractivist exploitation. In smaller-scale spaces that we have called Specific Zones of Intensive Accumulation, mega-infrastructure projects for high-tech, high-value-added industrial production, or for extractive processes, or for a combination of both, are concentrated, through the establishment of a dense network of legal, physical, material, and security infrastructure. These Specific Zones of Intensive Accumulation are sites of intense conflicts and resistance struggles from below, what we refer to as Specific Zones of Intense Conflict, site in which global class struggles are expressed at the regional and local levels. We map out these conceptual instruments onto Latin America as it has experienced capitalist globalization.
