Esther Viñuela, Amalia Araújo
En un contexto global marcado por la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y el creciente reto demográfico en las zonas rurales, el arte -y, muy especialmente, la música- se convierte en un vector estratégico para repensar el vínculo entre la sociedad y su entorno.
La reciente aprobación del Reglamento Europeo de Restauración de la Naturaleza (2024/1991) subraya la urgencia de abordar esta transformación desde múltiples disciplinas, incluidas las artes. En este marco, el arte no solo puede sensibilizar, sino también co-crear nuevas soluciones junto a otros sectores del conocimiento, ofreciendo visiones especulativas del futuro que permiten imaginar horizontes alternativos de convivencia entre humanidad y planeta.
Desde la Escuela Superior de Música Reina Sofía, llevamos casi una década impulsando iniciativas en las que convergen música y sostenibilidad. A través de programas educativos, proyectos de emprendimiento y colaboraciones institucionales, hemos promovido un modelo de intervención artística que no se limita a la excelencia técnica, sino que se articula con el compromiso social y el desarrollo sostenible.