Antonio Bar Cendón
La UE carece de una política de defensa propiamente dicha. La política común de seguridad y defensa –la PCSD– no es hoy una política para la defensa de la UE; es, de acuerdo con el art. 42.1 del TUE, una política prevista para realizar «misiones fuera de la Unión que tengan por objetivo garantizar el mantenimiento de la paz, la prevención de conflictos y el fortalecimiento de la seguridad internacional». Esto es así porque, tras el fracaso de la Comunidad Europea de Defensa en 1954 y, por tanto, tras el fracaso del intento de tener una política de defensa propia y autónoma, se decidió poner la defensa de Europa en manos de la OTAN. Así, durante largos años, Europa se ha sentido cómoda y confiada bajo el paraguas protector de la OTAN. Sin embargo, el ataque ruso a Ucrania en 2022 y la llegada al gobierno de los EEUU de Donal Trump en 2025 han hecho a la UE sentirse insegura, no preparada para afrontar las consecuencias de la guerra ni para asumir la responsabilidad de su propia defensa. A partir de entonces la UE ha realizado un enorme esfuerzo para rediseñar su política de defensa y dotarla de un nuevo contendido estratégico y normativo. Sin embargo, la nueva política de defensa de la UE sigue siendo hoy incom-pleta, falta de la adecuada estructura institucional; inconsistente, falta de cohesión interna y de anclaje en los Tratados; e ineficiente, limitada por la exigencia de la unanimidad en la adopción de decisiones
The EU lacks a fully-fledged defence policy. The Common Security and Defence Policy – the CSDP – is not an EU defence policy in proper terms; it is – according to Art. 42(1) TEU – a policy for carrying out ‘missions outside the Union for peace-keeping, conflict prevention and strengthening international security’. This is like this because, following the failure of the European Defence Community in 1954 and thus following the failure of the first attempt to have an autonomous defence policy, it was decided that Europe’s defence should be put in the hands of NATO. For many years Europe has felt comfortable and confident under NATO’s protective umbrella. However, the Russian attack on Ukraine in 2022 and the arrival of Donal Trump to the US government in 2025 have made the EU feel insecure, unprepared to face the consequences of the war and to take responsibility for its own defence. Since then, the EU has made a huge effort to redesign its defence policy and to equip it with a new strategic and regulatory content. However, the new EU defence policy is still incomplete today, lacking adequate institutional set-up; inconsistent, lacking of internal cohesion and of anchoring in the Treaties; and inefficient, limited by the requirement of unanimity in decision-making