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Sandra Fernández Rodríguez
La seguridad social ha evolucionado, de ser una rama del derecho del trabajo a un campo autónomo de estudio, permitiendo un análisis más profundo sobre la vejez, los cuidados y las políticas sociales. Este sistema ha sido clave para la protección de los trabajadores, adaptándose a cambios económicos y demográficos. Sin embargo, enfrenta desafíos actuales como el envejecimiento poblacional, la precarización laboral y la desigualdad económica, lo que exige una reconfiguración para garantizar su sostenibilidad.
La era digital ha acelerado estos cambios, transformando el empleo y los sistemas de cotización. La gig economy, impulsada por plataformas digitales, ha generado nuevas oportunidades, pero también incertidumbre laboral. La automatización y el teletrabajo han alterado las formas de contribución a la seguridad social, requiriendo nuevas estrategias de regulación y protección. Ante estos retos, es fundamental modernizar los esquemas de seguridad social para garantizar una cobertura adecuada en un contexto laboral en constante evolución.
Social security has evolved, from being a branch of labour law to an autonomous field of study, allowing for a more in-depth analysis of old age, care and social policies. This system has been key to the protection of workers, adapting to economic and demographic changes. However, it faces current challenges such as population aging, labour precariousness and economic inequality, which requires a reconfiguration to ensure its sustainability. The digital era has accelerated these changes, transforming employment and contribution systems. The gig economy, driven by digital platforms, has created new opportunities, but also job uncertainty. Automation and remote work have altered the ways of contributing to social security, requiring new regulatory and protection strategies. In the face of these challenges, it is essential to modernize social security schemes to guarantee adequate coverage in an ever-evolving labour context.
