Adriana Díaz Trujillo Portilla
Una de las características principales del régimen de excepción es que debe ser temporal la suspensión de ciertos derechos para hacerle frente a las amenazas externas e internas. Sin embargo, El Salvador ha tenido que prolongarlo por más de dos años con la finalidad de restablecer el orden, la seguridad ciudadana y el control territorial derivado de las graves perturbaciones al orden público por grupos delincuenciales que atentan contra la vida, la paz y la seguridad de la población salvadoreña. Por ello, este comentario ahonda en el bukelismo como una estrategia realista para erradicar por completo el crimen en dicho país y ofrece un análisis sobre las prórrogas que ha tenido el Decreto Legislativo número 333, mediante el cual se adoptan medidas excepcionales en el El Salvador durante la presidencia de Nayib Bukele.
One of the main characteristics of the state of emergency is that the suspension of certain rights must be temporary in order to address external and internal threats. However, El Salvador has extended it for more than a year as a way to restore public order and control over the territory owing to serious disturbances to public order by criminal structures that threaten the life, peace, and security of the Salvadoran population. Therefore, this article delves into bukelism as a realistic strategy to completely eliminate crime in the country, and provides an analysis of the extensions that the Legislative Decree number 333 has had, through which exceptional measures are adopted in El Salvador during the presidency of Nayib Bukele.
333 has had, through which exceptional measures are adopted in El Salvador during the presidency of Nayib Bukele.