Maxime Fecteau
Este ensayo cuestiona el pronunciamiento elegiaco de Bruno Latour sobre la muerte de lo sublime en el Antropoceno, proponiendo en su lugar un “sublime gaiano” que emerge de la reconceptualización radical de la vida planetaria de Lynn Margulis. El análisis detallado de los escritos científicos de Margulis revela cómo su trabajo sobre la agencia microbiana y la simbiosis interrumpe fundamentalmente el énfasis de la teoría tradicional de lo sublime en la trascendencia humana y el espectáculo geológico. El ensayo rastrea cómo la estética de lo sublime, desde Longino hasta Burke y Kant hasta el pensamiento ambiental contemporáneo, ha reforzado históricamente las jerarquías raciales, los binarios de género y el excepcionalismo humano. La perspectiva de Margulis ofrece un correctivo crucial al revelar a los habitantes más pequeños de la Tierra como sus transformadores más profundos, generando una experiencia sublime no a través de la fuerza bruta de la naturaleza sino a través del reconocimiento de la creatividad colaborativa de la vida a través de escalas y tiempo profundo. Este replanteamiento va más allá tanto de la teoría sublime convencional como del discurso contemporáneo del Antropoceno, demostrando cómo la comprensión científica podría mejorar en lugar de disminuir la capacidad de asombro. El sublime gaiano emerge así como categoría estética y modo de atención, permitiendo potencialmente relaciones más éticamente sintonizadas con nuestro planeta viviente.
This essay challenges Bruno Latour’s elegiac pronouncement of the sublime’s death in the Anthropocene, proposing instead a “Gaian sublime” emerging from Lynn Margulis’s radical reconceptualization of planetary life. Analysis of Margulis’s scientific nonfiction reveals how her work on microbial agency and symbiosis disrupts traditional sublime theory’s emphasis on human transcendence and geological spectacle. The essay traces how sublime aesthetics, from Longinus through Burke and Kant to contemporary environmental thought, has historically reinforced racial hierarchies, gender binaries, and human exceptionalism. Margulis’s perspective offers acrucial corrective by revealing Earth’s smallest inhabitants as its most profound transformers, generating sublime experience not through nature’s brute force but through recognition of life’s collaborative creativity across scales and through deep time. This reframing moves beyond both conventional sublime theory and contemporary Anthropocene discourse, demonstrating how scientific understanding might enhance rather than diminish the capacity for awe and wonder. The Gaian sublime thus emerges as both aesthetic category and mode of attention, potentially enabling more ethically attuned relationships with our living planet.