Barcelona, España
Desde hace tiempo, destacados autores del ámbito académico de la pedagogía social se vienen dedicando a cuestionar el concepto de educación no formal. Según su opinión, lo que se ha venido denominando educación no formal debería llamarse educación social.En este artículo se ordenan y se presentan las críticas de estos autores al concepto deeducación no formal; se comentan los argumentos esgrimidos y, cuando es el caso, se intentan rebatir. Asimismo, más allá de los argumentos y contraargumentos, también seanalizan los motivos y los intereses que entran en juego en este debate. Finalmente, el artículo considera que esta confrontación resulta innecesaria, ya que ambos conceptos, por el hecho de referirse a universos educativos parcialmente distintos, pueden convivir sinproblemas en el discurso pedagógico. Eliminar a uno de ellos en favor del otro supondría un empobrecimiento arbitrario del bagaje conceptual de la pedagogía.
For some time, leading authors in the academic field of social pedagogy have been questioning the concept of non-formal education. In their opinion, what has been known to date as non-formal education should be called social education. The article analyses and presents these authors’ criticisms of of the concept of non-formal education. Their reasoning is discussed and, where appropriate, refuted. Furthermore, besides such arguments and counter-arguments, the motives and interests at stake in this debate are also analysed. Finally, the article argues that this confrontation is unnecessary, since the two concepts, which concern partially different educational universes, can coexist inpedagogical discourse without problem. Eliminating either in favour of the other would entail an arbitrary impoverishment of the conceptual bases of pedagogy.