El principio de legalidad necesita trascender su dimensión formal para contener la arbitrariedad del poder punitivo y racionalizar sus intervenciones. A la luz de nuevos contextos sociales, económicos, políticos y jurídicos, una aproximación centrada en el ropaje formal de la ley penal resulta insuficiente ante la necesidad de asegurar que el diseño y aplicación de esta aspire, antes que a coaccionar, a comunicar y reafirmar valores y principios derivados del orden constitucional e internacional de protección de derechos humanos. En este artículo, la autora describe la metamorfosis que ha sufrido el principio de legalidad penal desde sus orígenes ilustrados a fin de cuestionar la vigencia de algunas de sus tradicionales subgarantías. Esta situación obliga a dotar de un contenido axiológico a la legalidad que permita a operadores del derecho articular la legalidad con la legitimidad del poder punitivo representado en la ley penal
The principle of legality needs to transcend its formal dimension to address the arbitrariness of punitive power and rationalize its interventions. In light of new social, economic, political, and legal contexts, an approach focused solely on the formal aspects of a criminal provision is insufficient to ensure that its design and application serve, not merely to coerce, but to communicate and reaffirm values and principles derived from the constitutional and international human rights legal order.In this article, the author describes the metamorphosis that the principle of legality has undergone since its Enlightenment origins to question the relevance of some of its traditional subguarantees. This situation requires imbuing the principle of legality with an axiological content that allows legal practitioners to reconcilie the legality with the legitimacy of the punitive power represented in a criminal provision