La campaña que cambió para siempre la narrativa publicitaria sobre la relación de la mujer con su útero ha sido elegida por la directora creativa de Watson para pasar por le confesionario de la Sana Envidia. Hay pocos ejemplos como este para ilustrar cómo la buena publicidad puede entrar a formar parte de la cultura popular. En este caso, luchando contra el estigma y el tabú de un tema que nunca debió ocultarse detrás de una retórica vergonzante.