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México
El presente artículo busca reflexionar sobre las Escuelas de la Muerte que conforma el crimen organizado a nivel territorial con escenarios de violencia y actos juvenicidas. Por otro lado, resalta lugares de memoria escondidos en los recuerdos de la comunidad. Situamos la reflexión a la sindicatura de Culiacancito, Sinaloa. Nos orientamos desde un posicionamiento cualitativo, enmarcado en las historias vividas, apoyados en técnicas como la observación inserción y las entrevistas. Organizamos los resultados en dos apartados, el primero relacionado con las geografías del terror que afectan el alma del lugar. El segundo sobre las pedagogías de la reconciliación comunitaria con el uso de la memoria crítica. Concluimos que el ejercicio permite pensar otros territorios posibles comprometidos con la defensa de la vida.
This article seeks to reflect on the Schools of Death that forms organized crime at the territorial level with scenes of terror and youthful acts. On the other hand, stand out the hidden places of memory in the soul of the community. We place the reflection to the union of Culiacancito, Sinaloa. We orient ourselves from a qualitative position, framed in lived stories, supported by techniques such as observation, insertion and interviews. We organize the results in two sections, the first is about how the geographies of terror disrupt the soul of the community. The second on a pedagogy of community reconciliation with the use of critical memory. We conclude that the exercise allows us to think of other possible territories committed to the defense of life.
